imagen: Cocoparisienne en pixabay.
Un fuerte desequilibrio entre nuestro lado femenino y nuestra esencia masculina se puede manifestar en el cuerpo de la mujer como desequilibrios hormonales, dificultad para concebir, dolencia en los senos.
Nuestro lado femenino oprimido puede manifestarse en enfermedades en
el área genital y en la garganta. La columna cervical puede resentirse por la rigidez, la espalda se afecta
con tantas cargas que asumimos. La rabia contra nuestras parejas
muchas veces se manifiesta en infecciones urogenitales.
Estar en modo de alerta continua, o de «guerrera super poderosa», sin permiso para relajarse y recibir, sin poder sentir las señales del cuerpo… es decir, estar desconectadas de la feminidad, puede provocar enfermedades físicas y emocionales.
“Nuestro cuerpo está impregnado y nutrido por una guía y energía espiritual. Tener fe y confianza en esta realidad es un parte importante en la creación de
salud”, señala Christiane Northrup, científica y escritora, autora del libro Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer.
“La dificultad para pensar, los mareos, las palpitaciones, el acné y los dolores de cabeza, de espalda, de estómago y de pelvis, son algunos de los síntomas comunes
pero sutiles que suelen señalar que es hora de que dejemos lo que no deseamos en la vida”, añade Northrup.
Algunas técnicas de ayuda
- Vive tu espiritualidad, de la manera como prefieras. Busca el contacto con ese algo superior a ti, que algunos llamamos Dios
- Medita. Hay algunas meditaciones específicas para el equilibrio femenino-masculino.
- Tómate unos cinco minutos al día para sentir el cuerpo. Respira conscientemente por unos minutos.
- Danza suavemente, siente el movimiento de una vela,
- Sé consciente de tus emociones, vívelas, experiméntalas, exprésalas.
- Piensa en las personas que amas, concéntrate en ese amor unos minutos al día.
- Cuando tengas que tomar una decisión, pregúntate qué te dice tu intuición.
- Antes de actuar, concéntrate en tu interior y pregúntate qué quieres realmente
- Trátate con suavidad, habla con suavidad.
- Déjate ayudar, consentir
- Aprende a recibir de otros, recibir la brisa, el sol en la piel.
- Disfruta de estar, de ser simplemente, por lo menos de vez en cuando.
- Contempla el cielo, siente la luna, conéctate con la naturaleza.
- Haz terapia, busca ayuda profesional (como terapeuta y coach, estoy a la orden, para sesiones individuales y talleres, valga la publicidad)